miércoles, 27 de julio de 2011

No te tengo


Tengo un espacio en mi repisa esperando tu fotografía, tengo un cuaderno repleto de frases y pensamientos inspirados en ti, tengo un teléfono que no suena porque no llamas, tengo mil palabras esperando ser pronunciadas, tengo a mis labios esperando tus besos, hay muchas noches en vela colmadas de imaginación, tengo dos pares de zapatillas esperando a sus pasadores, tengo ropa que nunca usé, tengo una perra esperando bebés. Tengo  los padres más justos, responsables y cariñosos que podrían existir, tengo un montón de sueños, conocer París, Venecia, Londres, por ejemplo, hay tantas cosas por hacer y tantos lugares por conocer,  que no creo que sólo una vida alcance… alguna vez me dijeron “Siempre habrá tiempo para conocer cosas bonitas” esa frase hasta el día de hoy, me incentiva y me ayuda a creer.

Y por último, me tengo a mí, esperándote. Y quizás también un camino, esperando por las dos.

lunes, 25 de julio de 2011

¿Destino o coincidencia?


Las cosas pasan por algo. No sé si esta coincidencia de encontrarnos tenga que ver con eso, es curioso cómo el mundo gira, cómo van apareciendo ciertas personas en nuestro camino que nos hacen la existencia más dulce, menos dura, pero el universo crea un fuerte lazo entre dos personas, entre dos almas que algún día fueron totalmente desconocidas y ahora una depende de la otra para “ser feliz”, para sentirse plena, y así sentir que el mundo está en armonía con uno, y uno con el mundo.

Es impresionante cuánto uno puede llegar a querer a una persona, y es tan difícil demostrarlo, es tan difícil hacer que la otra persona sepa cuánto uno la quiere, ¡cuánto! Cuando el lenguaje es un medio tan limitado, casi frio. “Un gesto vale más que mil palabras”, pero ¿cómo se hace cuando aquella persona está lejos? Cuando ninguna parte de tu cuerpo puede expresar ese amor, cuando no puede ver tus ojos – que son el reflejo de tu alma- brillar de ternura, de tanta ganas de tenerla, cuando no puede ver tu cuerpo estremecerse por su ausencia,  cuando no puede sentir  que tu corazón se acelera cuando están juntos, cuando no puede ver tus ojos inundarse de tristeza de tanto extrañarla, y ese calor que te ruboriza cuando te mira.

Habiendo alrededor de 6000 millones de personas en el mundo, cinco continentes, ciento noventa y ocho países y algo de un millón novecientos sesenta y un mil novecientos sesenta y nueve ciudades en este planeta,  no creo que haya sido una simple coincidencia haberte conocido, y si fuese así, no sabes lo afortunada y lo feliz que me hace haber coincidido contigo en este lugar, en este tiempo…

jueves, 21 de julio de 2011

Te quiero porque has aprendido a entender mis silencios, aunque no sepas el por qué de ellos

Te he visto

Se dio el encuentro que esperaba hace mucho, y sí, fue como supuse, con muy poco tiempo, muchas ganas, y también mucha gente, tampoco supe qué decir… o si supe, pero no me atreví, por miedo a que los demás escucharan, tuve tantas ganas de abrazarte, de decirte que te quiero y cuanto te extrañé, pero sabía que mi cerebro quedaría anulado por la emoción, y totalmente desconectado de mis extremidades.

Como siempre, el arrepentimiento vino después, debí esforzarme mucho más para poder dejar salir un te quiero y susurrarlo en tu oído, tu puesta en escena duro tan poco… aún tengo esa última imagen tuya colándose entre mis pensamientos.

Te he visto y hoy el mundo me ha sonreído.

miércoles, 20 de julio de 2011

LLora mi mente, mis manos, mis ojos...


Visito tu perfil de la red social que más frecuentas,  cada segundo, para ver si encuentro alguna actualización que me indique que posiblemente estas en línea (es una tontería) y empecemos la charla de todas las noches… Miro tu fotografía en la parte superior izquierda de la pantalla y sonrío, mientras  caigo en la cuenta de cuánto he llegado a quererte y extrañarte, y me sorprende, me sorprende la insistencia mía de reclamarte,  de necesitarte, de esperarte, aun así sabiendo que probablemente no llegarás y mis expectativas caerán al vacío.

No sé si hare bien en decirlo, pero es que al no verte, al no poder tocarte, me desespero, y lloro, llora mi mente de tanto pensarte y nunca tenerte, lloran mis manos, que alguna vez se entrelazaron con tuyas y acariciaron tus mejillas, lloran mis ojos al no poder ver cómo te deslizas, como si fueras viento…

Es inefable la sensación que causas en mí, eres tan especial, tan diferente, tan única, y eso es lo que me aterra algunas veces, porque sé que no encontrare a nadie con una sonrisa como la tuya, con ese curioso efecto dominó, con esa capacidad de ser tan tierna y cruel, tan sensata pero caprichosa y engreída a la vez, creo que no encontraré a nadie que me provoque esas inmensas ganas de tenerte, de quererte y que me quieras. Me enloquece pensar que el destino pueda tener un plan distinto al mío, que termine apartándote de mí por completo, el mayor de mis temores (por ahora) es perderte.

martes, 12 de julio de 2011


Nos encontraremos dentro de poco, con ganas y con poco tiempo. Nos encontraremos sin saber qué decirnos, ni cómo mirarnos, con las manos quietas, sin ordenes cerebrales que les comuniquen qué hacer.
Todo volverá a ser como antes, o no.
Tal vez vuelvas a demostrarme que soy  yo a quien buscas, o tal vez no…